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sábado, 16 de julio de 2011

Explorando la ciudad

Nivel de inglés: Ayer estuve hablando con un indio mientras cenaba en la residencia y hubo momentos que parecía un auténtico diálogo de besugos. En serio, me recordaba a aquellos monólogos de Gila cuando hablaba por teléfono.

En la ciudad te pasan cosas. Nada que ver con vivir a más de una hora en el país de David el gnomo. Por fin he cambiado de casa y ahora estoy en Kings Cross, a 10 minutos de mi escuela desde que salgo por la puerta de la residencia (ya os contaré más adelante algo sobre ella)

El caso es que, como digo, en la ciudad te pasan cosas. Aunque no quieras, suceden porque sí, porque existen más posibilidades de que pasen. Estaba esta mañana en la habitación pensando en que tenía que escribir algo en el blog pero no se me ocurría muy bien qué (lo de la cueva del japonés vendrá más adelante), así que he decidido salir a la calle a explorar un poco, tipo tío Matt el viajero(si sabéis a quién me refiero es que sois demasiado viejos…) Ahora vivo en la city y con solo coger un tren me planto donde quiera, así que hoy he pensado que lo mejor sería ir a la zona de la Opera House y comer algo en los Jardines Botánicos (que están al lado, una especie de Central Park australiano). Total, que pillo el tren en un día en que el sol brilla con ansia en el cielo (llevaba lloviendo tres días y se agradece un poco de buen tiempo) y me planto en Circular Quay (de donde salen los ferrys y lugar de obligado paso para llegar a la Opera House y los jardines). Todo está petado de gente, turistas en su mayoría (sí, ya sé que yo también soy un turista, pero cuando llevas viviendo en un sitio más de un mes pues como que te sientes uno más, que le vamos a hacer). La verdad es que es un cambio agradable salir de casa y encontrarte con gente, tiendas, bares, bullicio… y no los árboles y los abuelos de Narraweena.

Lo primero que he hecho es pillar algo de comer en una pequeña tienda (cus-cus para quien le interese) y dirigirme después a los Jardines Botánicos para papear tranquilamente en un sitio agradable mientras leía algo (Harry Potter en inglés; información para los curiosos). Total, que encuentro un banco a la sombra de unos árboles enormes (y desconocidos para mí, que me sacas de los olivos o los pinos y ni idea), con la bahía de fondo, la Opera House a la derecha y más allá el Harbour Bridge (entorno de postal, lástima no llevar la cámara de fotos). Saco el cus-cus de la bolsa y empiezo a comer tranquilamente, mientras tato de comprender los anglosajones avatares del jodido Harry. En estas estoy cuando de repente sale de entre unos matorrales un pájaro del tamaño de un perro con un pico curvo que parece una especie de trompa. Me lo quedo mirando (un poco tenso, que en este país no te puedes fiar de la vida salvaje, porque todos los bichos parecen tener unas cualidades sorprendentes de hacerte sufrir de diversas formas a cual más dolorosa). El caso es que el pájaro se acerca con cuidado, como quien no quiere la cosa, disimulando. Está claro que quiere comer algo, así que le lanzo un poco de cus-cus. El bicho casi lo devora al vuelo, se mete los granitos por el pico-trompa como si fuera un aspirador. Lo dejo así y sigo a lo mío. El pájaro termina de comer y me mira fijamente, a la espera de más comida. Entonces aparece otro de entre los matorrales y se sitúa a unos metros de su primo. Los dos me miran. Me siento un poco incómodo, así que les lanzo un poco de cus-cus a los dos. Grave error, pues enseguida comienzan a gritarse (o lo que sea que hagan) entre ellos, extendiendo sus alas en plan gallito. Cómo algo más, arrepintiéndome de haberme sentado allí (muy bonita la postal y toda la movida, pero donde esté la seguridad de un restaurante…) y en ese momento otro pájaro de las narices aparece, esta vez de otro matorral a mi derecha. La situación me recuerda a la película Parque Jurásico, cuando  atacan los velocirraptores. Rememorar eso no me hace sentir precisamente mejor. Miro el cus-cus, aún me queda más de la mitad. Los pajaros siguen peleando entre sí, se une a la movida el tercero que acaba de aparecer. Aparecen otros pájaros más, estos del tamaño de un gorrión gordo, de color amarillo y rojo, con un poco de verde entre los ojos (parece que se hayan puesto las pinturas de guerra); de estos nuevos llegan unos diez y empiezan a revolotear por el banco, lanzando miradas ansiosas al puñetero cus-cus. Zarandeo las manos para que se larguen, pero los jodidos son valientes y no se achantan, sino que siguen dando la paliza con mayor insistencia. La gente que pasea por los jardines se me queda mirando, divertida; empiezo a sentirme un poco ridículo. Sigo comiendo, engullendo más bien, para acabar con esto cuanto antes. Y es entonces cuando (¡venga ya, tiene que ser una coña!) vienen volando un par de gaviotas. Un pequeño inciso sobre las gaviotas; son unas cabronas, van a saco, no se cortan ni media. Si ven comida se lanzan a por ella. Y claro, eso es lo que hacen. Cuando me ven sentado en el banco intentando comer algo, una de ellas se lanza en picado en plan kamikaze. Consigo esquivarla, pero esto es más de lo que estoy dispuesto a arriesgar por comerme un cus-cus de mierda, así que me levanto, cojo lo que me queda de comida y la tiro a la basura, donde solo las gaviotas intentan aventurarse para pillar algo. Se puede decir que he vivido mi propia escena de Los pájaros mientras comía.

Total, que tras la experiencia de los jardines decido adentrarme en territorio civilizado y me voy a dar una vuelta por la Opera House, que está a menos de diez minutos del malogrado lugar de la comida.

La Opera House es impresionante y su situación espectacular. Puedes entrar por alguna de sus zonas solo como mero visitante, para echar un vistazo. Así que eso es lo que hago. Pillo algunos folletos con información sobre futuros conciertos y obras de teatro. Me doy una vuelta por uno de sus bares. Bajo unas escaleras, subo otras. Me asomo a una barandilla para observar el mar. Vuelvo a bajar unas escaleras. Y de repente estoy en un sitio que me da a mí que no es para turistas. Un largo pasillo de cemento y granito parece descender lentamente. Lo sigo, pero no las tengo todas conmigo. El pasillo sigue, hay tubos metálicos de diversos colores en la pared derecha, parecen del sistema de calefacción o algo así. Veo unos escalones que bajan un poco más, tiro “pa lante”, nada de retroceder. Las escaleras llevan hasta una enorme sala con más tubos y cajas de madera a la izquierda. Hay alguna abierta y veo lo que parecen ser telas o algo así. Es entonces cuando tengo claro que esto no es para turistas. Voy a recular cuando oigo un grito; me doy la vuelta. Un tío vestido con una especie de uniforme azul  está haciéndome gestos con su mano, visiblemente cabreado. Me quedo quieto, respiro hondo, esto no puede ser peor que lo de los pájaros, ¿no? El tío se acerca, casi corriendo; veo a otro que viene detrás de él. Cuando llega ante mí me empieza a gritar y me coge del brazo. Yo, claro, intentando explicarles que me he confundido y todo eso, pero como que no me hacen ni caso. En fin, resultado final: que me han echado de la Opera House.

Ahora escribo esto escondido en la habitación de la residencia. He quedado está noche con el español, un francés y un alemán (no, no es un chiste) para salir de nuevo por King Cross, pero no sé yo si va a ser buena idea, viendo el día que llevo… pero que narices, para eso estoy aquí, ¿no? Kings Cross prepárate, esta noche segundo asalto…

Ya veremos que tal va la noche. Como ya he dicho en la ciudad te pasan cosas… alguna tiene que ser buena.

12 comentarios:

  1. Tengo un conocido en Corella que ha vivido muchos años en Australia y me comento que estar en ese parque y en el entorno de la Opera House con comida es un puro infierno incluso peligroso por todo el muñon de pajarracos que hay.
    Hay un tipo que creo que se llamas Ibis (quiza sea el que tu comentas)que debe ser la cañita ( no para de pedir comida diciendo: venga,venga,venga......)
    Las gaviotas dice que son peligrosisimas como tu comentas con la comida (tipo al Ruiseñor con un bocadillo delante y un porron).
    Hay otro muy curioso que se llama Vainin (tambien creo que hay en Zaragoza)su caracteristica principal es que es un cascarrabias y ataca a sus enemigos con unas alas evolucionadas que parecen codos humanos.
    Por cierto la aventura en la Opera House es tipica del Luisito.
    Un abrazo a toda la jarca, hablando ayer con el Pumon comentamos que el blog es una maravilla para estar toda la cuadrilla en contacto.
    GRACIAS SITO POR TODO.
    PD : Fernando ya sabes que todo lo que te digo es por que te quiero un huevo (aunque suene un poco mariquilla)

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  2. ¿Cuándo dices que cenáis Ibis?

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  3. Saludos Sito
    Me ha gustado esta ultima entrada.Me parece ke no vamos ni vas a echar de menos a Nora.la ciudad va a dar mucho juego. De todas formas que te echen de la opera en la primera visita me parece un poco fuerte(aunque conociéndote es normal).Tu problema es ke eres mas curioso ke un gato pero te deberías cortar un poco coño ke no estas en calahorra.
    Ten cuidado con los animales de allí ke leí ke aun extranjero que estaba cagando tan tranquilo detrás de un árbol lo sodomizo un canguro soltero( y lo jodido es ke le gusto).bueno espero con ansia tu nueva aventura y los comentarios de la peña. adios adios

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  4. Se me olvido, espero que te corras la gran juergota.
    Ya sabes lo que hay que hacer : Spidermans,chopitos,aurreskus,san honoratos y sobre todo brindis cada 5 segundos.
    adiosssssssssssssssss

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  5. Esperamos ansiosos el relato de tus correrías nocturnas. Eso de un español, un francés y un aleman ha dado siempre mucho juego así que no te quedes atrás. De todas formas tu ya estás curtido en mil batallas y sabes esquivar animales, pues anda que no has practicado veces "la cobra" bailoteando en la lope con una pava. Eso te proporciona los reflejos que necesitas, estás entrenado.
    Dales caña!!

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  6. Vaya vaya sito, que manera de interactuar con la fauna local ji ji, entérate si esas aves están protegidas o algo no sea que les vayas a atizar un patadón y te lleven preso, porque con la comida no se juega (aunque sea cus cus...) yo te recomendaría una buena vara de avellano (no creo que este muy bien vista por esa zona)

    Con el cus cus cuidado y si luego te metes en el monumento nacional de allí hasta la cocina, pues suma, te aplican la antiterrorista con tacto rectal y todo. Si llegas a ser el pumi no te vas de rositas ni de coña...

    Resumiendo, a un riojano no le toca la comida ni el rey león, así que cañita a los ibis esos, no te pilles comida moruna y te metas en zonas propensa a atentados de Al-qaeda al mismo tiempo eh?

    El Harry muy bien se puede ver seguro que la disfrutas el viernes...

    Un abrazo

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  7. A qué Matt te refieres? No será este?

    http://www.wherethehellismatt.com/

    Es mi ídolo desde hace tiempo..

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  8. Ehhhhhhhhh! Dejate de tanto pajaro y mira a ver si se te arrima una pajarraca (también puede volar, y es importante que desaparezca en 24 horas) lo único que en vez de sentarte mostrando el cus-cus vas a tener que mostrar otra cosa, jajaja....

    Por cierto, importante que comiences a incluir en tu circulo de salida nocturna alquien de Australia, ya sabes que cuando estuve en Irlanda, el ingles ni sabía lo que era y el español casi que se me había olvidado. One Guinness please, One Guinness please...

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  9. Pero que pasa pues.....
    Donde se mete la peña....
    Venga cuadrilla que el Sito esta deseando que le apoyemos,este blog necesita la vidilla de la cudrilla muñonera.
    ANIMO FALSOS.

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  10. Joder con los pájaros. Yo les hubiera tirado la comida moruna (bueno, yo ni la hubiera comprado) para que se mataran entre ellos y hacer apuestas con la peña. Eso o llevarles unos buenos jinchos, que los habían echado a la cazuela fijo.

    Ya nos contarás la aventura nocturna en una próxima entrega.

    Un abrazo fuerte desde Madrid.

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  11. Bueno un poco tarde pero me reincorporo al Blog.

    Lo que explicas en el blog es typical Luisito, aunque dos apuntes ya comentados.

    • Punto uno: que coño haces comiendo cuscus
    • Punto dos: aunque sea cuscus es comida, que coño haces tirándola y además por unos pájaros de mierda, si hubiese estado el ruiseñor se hubiese comido el cuscus y los pájaros (gaviotas incluidas)

    Bueno después de esta reprimenda made in spain, sigamos analizando el post. Segundo tema expulsión opera house, lo raro no es que te hallan echado, lo raro es que no te hallan echado antes de algún otro sitio., dada tu propensión a meterte en agujeros, pasillos oscuros, etc, etc. Pero bueno es parte de tu encanto y me parece estupendo que no cambies ni en Australia.

    Tercer tema importante, nueva salida nocturna, buena suerte y buena caza, aunque yo también me adhiero al consejo de Franki de incluir un australiano al grupo, contar con exploradores locales es básico en toda invasión.

    Nada más desde Zaragoza, sólo agradecer las referencias hechas hacia mi persona que serán respondidas con el mismo cariño y devoción.

    Un saludo para todos.

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  12. Sito acabo de volver de las vacaciones, y lo primero que he hecho es reincorporarme al blogg, alguna cosilla nos ha pasado pero ni por asomo las movidas que cuentas. Respecto a esos agradables pajarillos, mi idea es que te sientes un día a echarles unas miguitas y que graves el resultado para vídeos de primera. Me paso rápidamente a la otra entrada de la salida de marcha que he visto que has puesto........

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