Imaginaos un crucero de lujo por la bahía de Sydney, imaginaos un montón de gente de pasta celebrando una fiesta dentro de ese crucero, imaginaos champán, caviar, un grupo tocando música en directo. Imaginaos un bar con barra libre, camareros sirviendo canapés, bailarines profesionales. Más de cien personas pasándoselo en grande, riendo, comiendo, emborrachándose...
¿Y quién coño limpia todo ese desastre?
Pues yo.
Así es, he encontrado curro. Tenéis ante vosotros (bueno, no exactamente ante vosotros, pero ya me entendéis) al flamante nuevo fregaplatos de "Vagabond Cruises". Dejo un pequeño espacio para las risas.
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Al final, después de buscar algo como camarero en un restaurante, me ha salido este currillo (parece que mi currículo no ha impresionado a nadie después de todo, conque no digo nada si no llego a mentir...) la cosa surgió de casualidad. Hace algún tiempo le comenté a un español que vivía conmigo en Nola´s house que si se enteraba de alguna cosa me llamara, y el viernes pasado lo hizo. Él había estado trabajando allí y se enteró de que estaban buscando a alguien y,
voilà, allí que me he metido.
Ayer fue mi primer día, y el lunes tengo que ir a la oficina para llevar los papeles y que me paguen ($18 la hora, que para ser el sueldo de un fregaplatos extranjero no está mal, ¿no?) El tema es que necesitan a alguien para ir moviéndose entre los tres barcos que tienen, y alguna vez me tocará como ayer y otras tendré que hacer las veces de camarero. Es un curro, y me sirve para sacarme algunas pelillas de cara al mes de diciembre, que se presenta lleno de gastos. Además también me viene bien para el inglés, así que no me voy a quejar.
Informados ya de mi nuevo curro (otro más que añadir al saco, y ya van...) ahora os voy a contar algunas anécdotas del día de ayer, que para ser el primero no estuvo exento de alguna cagadilla.
La cosa no empezó muy bien. Había quedado con la manager a las 4 de la tarde para que me enseñara el barco y el funcionamiento del lavavajillas. Yo iba sobrado de tiempo, llegué allí a las tres y cuarto de la tarde, pero claro,
allí no era exactamente donde habíamos quedado. Los que me conocéis un poco sabréis que soy bastante feliz a la hora de ir a un lugar aún cuando no tenga muy claro dónde es. Pues ayer pasó algo así; yo pensaba que la dirección a la que iba era la correcta, pero no, llegué a un puerto que nada tenía que ver con donde estaban los cruceros. Así que allí estaba yo, puntual como un reloj suizo pero más perdido que Wally en un carnaval. Imaginadme dando vueltas como un desesperado intentando buscar el barco de las narices; imposible, claro. Después de una media hora perdida se me ocurrió preguntar. Estaba a una media hora del puerto correcto. Así que a correr (con el calor que hacía, cerca de 30º) Fue desesperante, no tenía ni idea de hacia dónde iba, y para colmo uno de los hombres a los que le pregunté me mandó justo para el lado contrario. Resultado final, llegaba al muelle 45 minutos tarde. Menos mal que la manager me vio en un estado tan lamentable que no le dio importancia al asunto. Lo cierto es que daba algo de pena.
Luego vino una entrevista rápida para preguntarme donde había trabajado antes y todas esas cosas. Yo, por supuesto, mentí como un bellaco y le dije todo lo que tenía puesto en el currículo. En algún momento de la entrevista, cuando le comenté que había trabajado de comercial vendiendo productos eléctricos, ella me entendió que había sido electricista, y yo, claro, por no llevarle la contraria (es un poco complicado hacerlo en inglés) no la saqué de su error. Tras la breve entrevista me presentó al personal del barco (tripulación se llama; son términos marítimos que ya os iré enseñando poco a poco. Entiendo que la gente de secano no estéis acostumbrados a esta terminología) Cuando me presentó al que iba a ser mi jefe dentro del barco (un indio cuyo nombre no recordaría ni aunque me apuntaran con una pistola a la cabeza) lo hizo haciendo incapié en que yo había sido electricista (joder, parecía que no hubieran visto uno en la vida) Aquello, claro, no podía presagiar nada bueno.
Me llevaron a la cocina, que estaba en la bodega. Primer problema, techo demasiado bajo, tuve que pasarme las ocho horas que estuve allí metido medio agachado, con el consiguiente dolor de espalda.
Durante las dos primeras horas no hice demasiado. La gente en cubierta (otro término naval que ya explicaré a su debido tiempo) estaba cenando y aún no había platos sucios. Era la calma que precede a la tormenta. Entonces, de repente, empezaron a llegar platos a degüello, llenos de guarrería (¿Qué pasa, que la gente no rebaña en Australia?) Se acabó la paz. Venga a aclarar platos y a meterlos en el lavavajillas, como en una cadena de montaje.
Y fue cuando la cadena de montaje se fue a la mierda.
El lavavajillas había dejado de funcionar. No tragaba agua.
Los platos empezaron a acumularse, yo ya no sabía ni dónde dejarlos, la cocina parecía que estuviera siendo invadida por una plaga de cubiertos mugrientos. El jefe no paraba de meter mano intentando arreglar la maquina, pero no había forma.
Y se le encendió la luz.
¡Que no cunda el pánico!, hay un electricista en la sala. Cuando me recordó que yo había sido electricista en España me entraron ganas de saltar por la borda. A ver como le decía que había sido un malentendido (en serio, ¿cómo se dice malentendido en inglés?), así que no me quedó otra que hacer el paripé. Mientras iba diciendo que posiblemente el sistema eléctrico no sería igual que el de mi país, iba tocando botones, revisando la parte trasera... vamos, haciendo como que sabía de que iba el tema. Luego caí en la cuenta de que el problema era que no tragaba agua, y aunque habíamos revisado el filtro, se me ocurrió desmontar el tubo del desagüe. ¡Y menos mal! El problema era que algo lo había taponado. Asunto resuelto. El superfregaplatos al rescate, je, je.
El resto de la noche, salvo una pequeña metedura de pata cuando confundí los polvos de lavar con otros que utilizaban para la fregona y el lavavajillas empezó a escupir espuma como si estuviera rabioso, fue más o menos bien.
Así que parece que tengo curro.
Aquí os dejo un enlace de la empresa:
http://www.vagabond.com.au/
Por cierto, voy a dejar de escribir el apartado de Nivel de inglés, creo que era una buena idea en un principio, pero se estaba convirtiendo en un lugar para mis quejas con el idioma, así que solo lo pondré cuando tenga algo interesante que contar.