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viernes, 28 de octubre de 2011

Ecuador

Ya he recorrido la mitad del camino. Algo más de cuatro meses y medio se han ido desde que dejé el pueblo, y volviendo la vista atrás debo decir que se han pasado en un suspiro. Sé que es una frase hecha, pero de verdad que tengo la sensación de llevar aquí tan solo unas semanas, y no meses. Estoy contento con la decisión que tomé al marcharme, sin duda está siendo una experiencia irrepetible, al margen de que no todo es color de rosas y, como siempre en esta vida, hay algunos momentos no demasiado buenos (por suerte muy pocos) Al final, cuando llevas viviendo en un sitio tanto tiempo, lo haces un poco tuyo, y la emoción del primer momento al encontrarte en un lugar nuevo y deslumbrante pronto deriva en algo rutinario. Por poner un ejemplo, ya apenas me fijo en el Opera House cuando paso a su lado, ha pasado a formar parte de la cotidianidad de cada día. No penséis con ello que me siento decepcionado o algo así, porque no tiene nada que ver con eso. La verdad es que aquí casi todos los días descubres algo nuevo, y desde luego no tiene nada que ver con la vida que llevaba en España. Lo que intento decir es que, una vez te has instalado y te sientes cómodo en un lugar, este deja de tener el hechizo del primer contacto. Sydney es una gran ciudad, con un abanico de posibilidades inmenso, y tal vez si vienes a visitarla por un corto espacio de tiempo te sientas más embriagado por ella. Cuando vas a vivir a un sitio por nueve meses pierdes la emoción del turista; como vas  a pasar tanto tiempo en la ciudad no sientes el agobio propio de la falta de tiempo, y te lo tomas con más calma, como un habitante más. El problema de ello es que, después de tanto tiempo aquí, apenas he visitado nada de la ciudad (me refiero a museos, edificios y ese tipo de cosas), en cambio si que me muevo por ella como uno más, cogiendo el tren todos los días para ir a la academia, quedando con la gente para tomar unas cañas, haciendo la compra... la típica rutina que todos llevamos independientemente del sitio donde vivas. Y la verdad es que estoy contento con ello, es una forma diferente de conocer la ciudad, más pausada, pero más envolvente. Supongo que cuando me vaya quedando menos tiempo empezaré a visitar todos esos sitios que no puedes dejar de ver cuando vienes aquí, pero de momento no siento esa necesidad. Aún me queda la mitad del camino por recorrer, y lo haré como hasta ahora, despacito, sin prisas, intentando disfrutar del momento.

Dejando a un lado toda esta larga divagación quiero informaros que los planes para Nochevieja van viento en popa (siento los términos marítimos, pero con el curro en los cruceros me siento un poco lobo de mar, je, je) Ya tengo reservada la cena en un restaurante italiano con unas magnificas vista del Opera House y el puente donde lanzan los fuegos artificiales. Creo que esa primera parte de la noche va a ser memorable, porque vamos a estar metidos en todo el meollo. La cosa empezará a las 7 de la tarde y se prolongará hasta la 1, momento en el que debemos buscarnos la vida para continuar con la fiesta. Ahora mismo andamos mirando opciones para la siguiente fase de la noche; ya os contaré cuando tenga algo. Por cierto, la cena nos sale por $220 (incluye vino, cerveza y champán en cantidades industriales) Puede parecer un poco cara, pero después de mirar varios sitios cerca del Opera House a mí casi me parece barato. Para que os hagáis una idea, la cena (y solo cena, bebidas aparte) en el Opera Bar (el pub que está justo al lado del Opera House) costaba $300, si a eso le sumas unas cuantas copas, la broma te sale por cerca de $500, y solo hasta la 1.30 de la madrugada. Miré también en el propio Opera House, pero los precios eran prohibitivos, cerca de los $1000.

Os dejo un enlace para que le echéis un vistazo al restaurante:

http://italianvillage.com.au/

domingo, 23 de octubre de 2011

En el bote

Imaginaos un crucero de lujo por la bahía de Sydney, imaginaos un montón de gente de pasta celebrando una fiesta dentro de ese crucero, imaginaos champán, caviar, un grupo tocando música en directo. Imaginaos un bar con barra libre, camareros sirviendo canapés, bailarines profesionales. Más de cien personas pasándoselo en grande, riendo, comiendo, emborrachándose...

¿Y quién coño limpia todo ese desastre?

Pues yo.

Así es, he encontrado curro. Tenéis ante vosotros (bueno, no exactamente ante vosotros, pero ya me entendéis) al flamante nuevo fregaplatos de "Vagabond Cruises". Dejo un pequeño espacio para las risas.

..............

Al final, después de buscar algo como camarero en un restaurante, me ha salido este currillo (parece que mi currículo no ha impresionado a nadie después de todo, conque no digo nada si no llego a mentir...) la cosa surgió de casualidad. Hace algún tiempo le comenté a un español que vivía conmigo en Nola´s house que si se enteraba de alguna cosa me llamara, y el viernes pasado lo hizo. Él había estado trabajando allí y se enteró de que estaban buscando a alguien y, voilà, allí que me he metido.

Ayer fue mi primer día, y el lunes tengo que ir a la oficina para llevar los papeles y que me paguen ($18 la hora, que para ser el sueldo de un fregaplatos extranjero  no está mal, ¿no?) El tema es que necesitan a alguien para ir moviéndose entre los tres barcos que tienen, y alguna vez me tocará como ayer y otras tendré que hacer las veces de camarero. Es un curro, y me sirve para sacarme algunas pelillas de cara al mes de diciembre, que se presenta lleno de gastos. Además también me viene bien para el inglés, así que no me voy a quejar.

Informados ya de mi nuevo curro (otro más que añadir al saco, y ya van...) ahora os voy a contar algunas anécdotas del día de ayer, que para ser el primero no estuvo exento de alguna cagadilla.

La cosa no empezó muy bien. Había quedado con la manager a las 4 de la tarde para que me enseñara el barco y el funcionamiento del lavavajillas. Yo iba sobrado de tiempo, llegué allí a las tres y cuarto de la tarde, pero claro, allí no era exactamente donde habíamos quedado. Los que me conocéis un poco sabréis que soy bastante feliz a la hora de ir a un lugar aún cuando no tenga muy claro dónde es. Pues ayer pasó algo así; yo pensaba que la dirección a la que iba era la correcta, pero no, llegué a un puerto que nada tenía que ver con donde estaban los cruceros. Así que allí estaba yo, puntual como un reloj suizo pero más perdido que Wally en un carnaval. Imaginadme dando vueltas como un desesperado intentando buscar el barco de las narices; imposible, claro. Después de una media hora perdida se me ocurrió preguntar. Estaba a una media hora del puerto correcto. Así que a correr (con el calor que hacía, cerca de 30º) Fue desesperante, no tenía ni idea de hacia dónde iba, y para colmo uno de los hombres a los que le pregunté me mandó justo para el lado contrario. Resultado final, llegaba al muelle 45 minutos tarde. Menos mal que la manager me vio en un estado tan lamentable que no le dio importancia al asunto. Lo cierto es que daba algo de pena.

Luego vino una entrevista rápida para preguntarme donde había trabajado antes y todas esas cosas. Yo, por supuesto, mentí como un bellaco y le dije todo lo que tenía puesto en el currículo. En algún momento de la entrevista, cuando le comenté que había trabajado de comercial vendiendo productos eléctricos, ella me entendió que había sido electricista, y yo, claro, por no llevarle la contraria (es un poco complicado hacerlo en inglés) no la saqué de su error. Tras la breve entrevista me presentó al personal del barco (tripulación se llama; son términos marítimos que ya os iré enseñando poco a poco. Entiendo que la gente de secano no estéis acostumbrados a esta terminología) Cuando me presentó al que iba a ser mi jefe dentro del barco (un indio cuyo nombre no recordaría ni aunque me apuntaran con una pistola a la cabeza) lo hizo haciendo incapié en que yo había sido electricista (joder, parecía que no hubieran visto uno en la vida) Aquello, claro, no podía presagiar nada bueno.

Me llevaron a la cocina, que estaba en la bodega. Primer problema, techo demasiado bajo, tuve que pasarme las ocho horas que estuve allí metido medio agachado, con el consiguiente dolor de espalda.
Durante las dos primeras horas no hice demasiado. La gente en cubierta (otro término naval que ya explicaré a su debido tiempo) estaba cenando y aún no había platos sucios. Era la calma que precede a la tormenta. Entonces, de repente, empezaron a llegar platos a degüello, llenos de guarrería (¿Qué pasa, que la gente no rebaña en Australia?) Se acabó la paz. Venga a aclarar platos y a meterlos en el lavavajillas, como en una cadena de montaje.

Y fue cuando la cadena de montaje se fue a la mierda.

El lavavajillas había dejado de funcionar. No tragaba agua.

Los platos empezaron a acumularse, yo ya no sabía ni dónde dejarlos, la cocina parecía que estuviera siendo invadida por una plaga de cubiertos mugrientos. El jefe no paraba de meter mano intentando arreglar la maquina, pero no había forma.

Y se le encendió la luz.

¡Que no cunda el pánico!, hay un electricista en la sala. Cuando me recordó que yo había sido electricista en España me entraron ganas de saltar por la borda. A ver como le decía que había sido un malentendido (en serio, ¿cómo se dice malentendido en inglés?), así que no me quedó otra que hacer el paripé. Mientras iba diciendo que posiblemente el sistema eléctrico no sería igual que el de mi país, iba tocando botones, revisando la parte trasera... vamos, haciendo como que sabía de que iba el tema. Luego caí en la cuenta de que el problema era que no tragaba agua, y aunque habíamos revisado el filtro, se me ocurrió desmontar el tubo del desagüe. ¡Y menos mal! El problema era que algo lo había taponado. Asunto resuelto. El superfregaplatos al rescate, je, je.

El resto de la noche, salvo una pequeña metedura de pata cuando confundí los polvos de lavar con otros que utilizaban para la fregona y el lavavajillas empezó a escupir espuma como si estuviera rabioso, fue más o menos bien.

Así que parece que tengo curro.

Aquí os dejo un enlace de la empresa:

http://www.vagabond.com.au/

Por cierto, voy a dejar de escribir el apartado de Nivel de inglés, creo que era una buena idea en un principio, pero se estaba convirtiendo en un lugar para mis quejas con el idioma, así que solo lo pondré cuando tenga algo interesante que contar.

lunes, 17 de octubre de 2011

10.000

Hoy no os voy a aburrir con otra de mis quejas sobre lo mal que llevo el inglés. Esta entrada es solo para agradecer a todos (y a todas) los que habéis aguantado leyendo semana a semana mis aventurillas y seguís al pie del cañón, dejándoos caer de vez en cuando por aquí a la espera de nuevas entradas o nuevos comentarios por parte de los miembros. De verdad que es una gozada saber que, estando a medio mundo de distancia, la gente se sigue acordando de uno. Gracias a este blog me siento un poco más acompañado de todos vosotros y se me hace más fácil el día a día lejos de todos aquellos a los que echo de menos. Y en cuanto a los que no os conozco, gracias también por vuestras visitas, sin todos vosotros este blog no hubiera llegado a las 10.000 entradas (algo que nunca me hubiera esperado cuando empecé a escribir en él) Espero que en lo sucesivo sigáis entrando de vez en cuando. Aún quedan unos meses por delante; el verano está por llegar, y la Navidad, Nochevieja...seguro que en el tiempo que queda habrá alguna que otra historia divertida que contar, así que cuento con todos vosotros (y vosotras) para llegar hasta las 20.000 visitas.
Muchas gracias por estar ahí.

martes, 11 de octubre de 2011

Un nuevo comienzo

Nivel de inglés: Tengo un problema. En serio. No entiendo lo que me dicen. Así de sencillo. Esta mañana estaba en clase escuchando un speaking, luego había cinco preguntas sobre lo que habíamos escuchado. He acertado tres. Diréis que tres de cinco no está tan mal, ¿no? Pero es que hubiera dado lo mismo que hubiera acertado las cinco, porque de eso se trataba, de que las había acertado de casualidad, sin más; porque lo que es entender, no he entendido ni jota. Es bastante deprimente. Sí, ya sé que últimamente no hago más que quejarme, pero joder, si no lo hago aquí dónde lo voy a hacer... 


Hace ya un par de semanas que acabaron las vacaciones, y ya estoy de vuelta en la academia (voy a dejar de llamarla colegio porque parece que haya regresado a EGB) Como creo haber mencionado en anteriores entradas me voy a presentar al examen para sacarme el First certificate (palmo seguro, esto no lo apruebo ni llevándoles unos jamones de Jabugo a los examinadores), y para ello se ha creado una clase especial para prepararnos de cara al examen.

Así que ahora todo es nuevo. El único compañero que me queda del grupo original es el español que llegó a la vez que yo, el resto continúa en las clases de general English, así que apenas les veo (tenemos diferentes horarios) La profesora es nueva, Liz se llama, una mujer inglesa, gafas de pasta, pelo cano con media melena, piel pálida, vestidos austeros... bueno, la viva imagen de la señorita Rottenmeier (aunque siendo justo no gasta su genio, esta es una profesora bastante maja, pero un poco monótona) En cuanto a los nuevos compañeros, pues tengo de todo, como en botica. Todos son europeos, eso sí, y la verdad es que se agradece, porque son bastante más comunicativos que los japoneses (por no mencionar a los chinos, que no les sacas una palabra ni bajo tortura) Tengo alemanes, suizos, franceses, italianos, suecos, un ruso y un peruano (vale, ya sé que Perú no está en Europa, tampoco hace falta ser tan puntillosos) En cuanto a las clases en sí, no tienen nada que ver con lo anterior. Donde antes había juegos, chocolatinas y otras chiquilladas, ahora hay gramática, gramática y más gramática. ¡Dios!, hay días en los que salgo con la cabeza como un bombo, y luego está la frustración cuando no te enteras de algo. Tanta información no puede ser buena, de verdad. Si parece que nos estuvieran metiendo el temario por vía venosa. 

Y luego están los homework. Para que os hagáis una idea, el pasado fin de semana tuve que dedicar más de 5 horas a hacer los puñeteros ejercicios. ¡5 horas! No había estudiado tanto desde... ejem... esto... bueno, desde nunca. Hoy tengo que hacer un par de redacciones que me llevarán un par de horitas como mínimo.

Pero está bien. Aunque no apruebe el examen (que no lo voy a aprobar ni de coña), al menos con estas clases aumentas el nivel mucho más rápido. Además están Aiden y Roslyn, que me animan a hablar con ellos cuando estoy en casa (pobrecillos, no les merece la pena tenerme aún con la pasta que les pago) El curso va a durar un par de meses más. Luego, el día 6 de diciembre (creo) tengo el examen y después de eso vacaciones de Navidad (otras tres semanitas; de verdad que parece que haya pagado para estar de vacaciones, cojones)

Hablando de vacaciones, ya tengo el billete de avión para pirarme unos días a Nueva Zelanda (más o menos una semanita) Me voy el día 14 de diciembre, por si alguien se quiere animar.

Por otro lado sigo con mi búsqueda impetuosa de empleo (bueno, tal vez "impetuosa" sobre en esta frase) Esta mañana mismo me ha llamado una mujer para un trabajo en un restaurante (de camarero, claro) La conversación ha empezado bastante bien, ella preguntándome cuanto tiempo llevaba aquí, hasta cuando me quedaba, dónde vivía... Pero luego, al final, ha empezado a embalarse y no me ha quedado muy claro que me ha dicho. Para mí que era algo como que estaba llamando a todos los posibles candidatos y que después volvería a llamar a los que le interesaran para hacer una entrevista final. Eso es lo que he entendido al menos, pero vete a saber, a lo mejor me estaba diciendo de quedar a una hora para hacer una entrevista y yo me he quedado tan pancho sin hacerle ni puñetero caso. Estas cosas pasan, y más cuando, como he mencionado al principio, no me entero ni de la mitad de lo que me dicen...

Aquí os dejo mi currículo australiano. Cómo podréis observar no existe el menor atisbo de verdad, porque total, ¿a quién van a pedir referencias?...

PERSONAL DETAILS:
Name: LUIS ÁNGEL MADORRÁN AZCONA
Date of Birth: 21.11.1974

Place of Birth: Calahorra, SPAIN

Actual Residence: 97 Mitchell Road, Alexandria, SYDNEY
Mobile Phone: 0451032229

E-mail: luisitoaustralia@gmail.com

ACADEMIC DETAILS:
1994-1998         Tourism University of Salamanca. Faculty of Tourism
                          University degree on Tourism

PROFESSIONAL EXPERIENCE:
2000-2001         Waiter. Serving drinks and food for customers.
                           Restaurant La Dama de Calahorra. Calahorra. Spain.
1999-2000          Waiter. Serving drinks for customers.
                           Brewery Killkeny. Calahorra. Spain.

1998-1999          Waiter. Serving drinks for Customers.
                           Pub Cafetín. Calahorra. Spain.

LANGUAGES:
·      Spanish (mother tongue)
·      English, medium level

COMPUTERS:
·    Microsoft Office applications (Word, Excel, Power Point) at a user’s level. E-mail and Internet Research. Knowledge about Mac.

PERSONAL SKILLS:
·      High degree of motivation, excellent communication skills, punctuality, responsibility, easy going personality and good working in team environments.









martes, 4 de octubre de 2011

Safari fotográfico (2)

Nota: Siento el retraso entre esta y la anterior entrada, pero he tenido problemas de acceso y hasta hace unos minutos no lograba entrar en mi cuenta. Por suerte parece que he localizado cual era el problema, por lo que espero no vuelva a sucederme más.


Nivel de inglés: No ha variado mucho en los últimos días, así que no voy a aburriros con mis penurias con el idioma. Ahora he empezado las clases de preparación para el examen del First certificate, a ver si con ellas logro subir un poco el nivel (que falta me hace)


Continuo con la segunda tanda de fotos de la zona en la que ahora resido. En esta ocasión me centraré en las que hice de la casa (y con esto termino, lo prometo) Voy directamente con la primera.


Aquí podemos ver una imagen de la casa desde la calle. Mi habitación está en el segundo piso, justo detrás del balcón que se puede apreciar a la foto, que pertenece a la habitación de la pareja con la que vivo.


Esto es lo que nos encontramos cuando entramos por al puerta principal. A la derecha está el salón, y al fondo se puede adivinar una pequeña parte de la cocina. No he hecho ninguna fotografía de esas dos partes de la casa porque estaban un poco revueltas (eso siendo amable) y tampoco es cuestión de mostrar los trapos sucios de la pareja (ya tuvimos bastante con Nola, ¿no?) Las escaleras conducen a la segunda planta, donde está mi habitación.


El segundo tramo de escaleras visto desde la puerta de mi habitación. El dormitorio del fondo está pendiente de alquilar a otra persona. Hasta ahora han venido dos y ninguno se lo ha quedado, pero en cualquier momento tendremos un nuevo compañero de piso, ya os contaré.


Antes de entrar en la intimidad de mi habitación os dejo una imagen del "estudio de grabación" que hay nada más entrar en la casa. Como podéis apreciar el orden no es el punto fuerte de esta gente. Esta es solo una pequeña muestra, porque con el ángulo que tenía no logré abarcar toda la habitación, pero está repleta de instrumentos. Aparte del piano tienen dos guitarras eléctricas, un bajo, un ukelele, un saxofón y el gran clásico de todos los músicos frustrados: un triángulo (que la verdad no sé para qué lo utilizan, tal vez solo sea un elemento decorativo)


Ya sé que no es muy glamuroso mostrar el baño, pero bueno, tampoco es que este sea el blog del glamour; además todo sea por presentar un reportaje fotográfico lo más completo posible. No voy a hacer ningún comentario sobre la foto, tampoco es que se pueda añadir mucho.


Esta es una vista desde la ventana de mi habitación. De acuerdo, no es ninguna maravilla, solo son un montón de tejados. Ni playa, ni montañas, ni nada. Pero que queréis que os diga, es bastante mejor de la que tenía en mi casa de Calahorra.


Y aquí tenemos la primera imagen de mi habitación (está tomada desde la puerta de entrada) Al fondo está la ventana desde la que se aprecian las maravillosas vistas de la otra foto. Justo al lado el escritorio donde paso horas y horas estudiando inglés sin descanso, y un sillón en el que relajarme un poco cuando quiero leer algo (en inglés, por supuesto, ¿qué os habíais pensado?) Colgado en la pared de la derecha hay uno de los muchos cuadros de Aiden que decoran la casa.


Avanzamos un poco más hacia la izquierda, donde se aprecia el "confortable" sillón antes mencionado y el armario donde guardo mis cosas. Colgado de la pared, a la izquierda, está mi segundo paraguas (esta vez de un modesto color negro), el primero (recordad, el rojo con lunares blancos) acabé perdiéndolo una noche que salí con él de fiesta (bueno, en realidad, salí con unos amigos, pero me llevé el paraguas porque estaba lloviendo); no, si al final se lo tenía que haber dado al tuerto...


Otra imagen de la habitación. Esta vez vista desde la ventana. Poco que decir sobre ella. La cama es enorme, la verdad, la más confortable de todas en las que he dormido en Australia. En la cabecera, cuidando que tenga agradables sueños, otro de los cuadros de Aiden (la verdad es que es un poco inquietante, ¿no creéis?)


El escritorio. Ya sé que parece que lo hubieran rescatado del basurero, pero es un efecto de envejecido hecho a propósito (al menos eso es lo que quiero pensar) En cualquier caso aquí esta mi sacrosanto lugar de estudio (ejem)


La última imagen de la habitación. Otra perspectiva desde la puerta, donde se puede ver la pequeña televisión de la que dispongo y un pequeño grupo de libros con el que entretenerme cuando no estoy estudiando inglés, je, je.


Por último os dejo un autorretrato de Aiden. No me queda muy clara la composición, pero bueno, tampoco soy un experto en arte, así que...